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Retrato de Araminda
Opera prima de Eduardo Vecino Cardoso

"... en este recorrido pude encontrarme
conmigo mismo, con el que fui y ya no soy, con el que quise ser y no fui.
Recordar los sueños, los logrados y los que no pudieron ser."

"Es difícil encontrar más autenticidad en un relato, contar sobre sí mismo y a la vez sobre la vida y las gentes que le acompañaron durante las primeras etapas de su vida, niñez, adolescencia y juventud. Parece como si el autor se estuviese despidiendo de esos años con emoción y sentimientos contrariados. Todo desapareció, sus seres más queridos dejaron impregnado el aire que respira. Solo permanecen los amaneceres, las puestas de sol, todo lo demás es evocado, todo recuerdo. Consigue relatar y hacerlo asequible, sencillo, ameno y bello. Esa es la grandeza de este libro que pudiera tomarse como pequeños relatos, así como cuadros a contemplar con lentitud y agrado."

Del Prólogo: Aurora Gámez Enríquez, escritora española
Presidenta Grupo ALAS

 

Retrato de Araminda de E. Vicente Vecino Cardoso

 

"Este libro de Eduardo Vicente Vecino Cardoso, que he tenido la oportunidad de leer antes de su publicación, se enmarca en el género llamado memorias ya que estamos ante una "narración de los hechos y acontecimientos que el autor ha vivido como protagonista o testigo". Se centran estas memorias en torno al balneario de Araminda, sobre las costas del Río de la Plata.

El autor, como no puede ser de otra manera en el mencionado género literario, va recreando, desde la actualidad, sus recuerdos: "Subo el médano que hoy, a los cincuenta y siete años, me demanda un esfuerzo colosal. De niño lo hacía corriendo. Allí, detrás de esa mole de arena, encuentro tesoros que perduran en los recuerdos, tanto de los gratos y amenos como también de los otros, los tristes. // En este viaje al pasado, me invaden las imágenes de una vida transitada en Araminda".

El testimonio de una época dura, la dictadura en Uruguay, nos la presenta con rasgos que caracterizan toda la narración:

1. La impresión personal tanto sobre la propia escritura como sobre los acontecimientos.
2. La delicadeza en el tratamiento y
3. La justeza del juicio.

Podemos apreciarlo en la siguiente cita:

"Esta parte de la historia tal vez no sea fácil de contar. Ninguna dictadura, ninguna guerrilla es -ni ha sido- grata para nadie. Tanto de un lado como del otro han sufrido personas inocentes mientras hay quienes, maquiavélicamente, dicen que el fin justifica los medios. En lo personal creo que cualquier fin que cueste vidas no se justifica para nada en lo absoluto y esto no se puede escapar a la realidad de quienes vivían en el país durante aquellos años. Todos nos conocíamos en Araminda...""

Por Antonio García Velasco
Doctor en Filología Hispánica
Universidad de Málaga